Los bosques del sur de Europa son uno de los ecosistemas más vulnerables al riesgo de incendios forestales y a los impactos del cambio climático (sequía, plagas, inundaciones, etc.). Al mismo tiempo, proporcionan numerosos bienes y servicios, que pueden aumentar su valor económico, social y ambiental mediante la implementación del concepto de bioeconomía circular.
Este ha sido el tema protagonista de la sesión liderada por el CTFC, en colaboración con el Instituto Forestal Europeo (EFI), donde se ha debatido el potencial y las particularidades de la bioeconomía forestal en el sur de Europa.
Antoni Trasobares, director del CTFC, hizo hincapié en la voluntad de presentar a los eurodiputados y a las diferentes unidades de la Comisión Europea (DG Environment, DG Agri, DG Growth, ...) una nueva visión de los ecosistemas forestales en el sur de Europa, centrada en la bioeconomía como motor para una mejor provisión de bienes y servicios y para una más eficiente gestión del territorio (prevención de incendios y otros riesgos).
Se han presentado casos relevantes, como la producción y usos del corcho, las setas y trufas, la provisión de diversos servicios ambientales, y la gestión del paisaje para la prevención de grandes incendios forestales.
El corcho es un material natural muy versátil, con más de 350 aplicaciones posibles en diferentes industrias, totalmente biodegradable y reciclable, que ofrece múltiples alternativas para la implementación de la bioeconomía circular. El director forestal de Amorim, Francisco Carvalho (presentación), ha resaltado la importancia económica, social y ambiental de este producto en el marco de actividad de su empresa: el año 2017, Amorim, cuya plantilla asciende a 4.200 trabajadores (1.200 de los cuales están fuera de Portugal), facturó más de 700M € basados en 2,2 millones de ha de alcornocales en el oeste de la cuenca mediterránea, que producen aproximadamente 200.000 TN/ año de corcho, a la vez que cada tapón de corcho (la producción de tapones representa aproximadamente el 15-20% del total) es responsable de la fijación de 112 gramos de CO2, en contraste con las emisiones generadas en la producción de tapones artificiales. La empresa también cuenta con un importante componente de innovación e investigación, con una inversión anual de 7,5 M € en I+D.
Setas y trufas son productos forestales con un elevado valor económico. Carlos Colinas (presentación), de la UdL-CTFC, destacó la potencial contribución de estos productos a recuperar ecosistemas forestales más resilientes, su aportación al mantenimiento de los paisajes en mosaico (prevención de incendios), y como posible fuente de reequilibrio territorial, todo ello vinculado a la puesta en el mercado estos productos. Actualmente, un 10% de la población española vive en un 70% del territorio, una tendencia que se repite en el resto de Europa. El cultivo de estos productos también podría abrir una gran oportunidad para mejorar las condiciones socioeconómicas de las comunidades rurales en el norte de África, permitiendo mitigar en parte el dramático contexto de inmigración descontrolada que se da en la actualidad.
Mauro Masiero (presentación), de la Universidad de Padua, ha hablado de los servicios ambientales y de la necesidad de su cuantificación y puesta en valor dentro de los mercados, a pesar de las barreras culturales, legales, institucionales, etc. que pueda acaecer dicho proceso. Se requieren modelos de gestión innovadores: el nuevo paradigma de la gobernanza de los recursos ambientales y de una bioeconomía directamente vinculada al capital natural requiere de las instituciones públicas que la faciliten y promuevan, en colaboración con la sociedad y el sector privado. Desde la perspectiva del sur de Europa, es importante la relevancia y diversidad de estos servicios, en comparación con el centro y el norte del continente.
Andreu Palacios (presentación), de los GRAF, centró su presentación en el riesgo y la prevención de incendios, basada en la gestión del paisaje y la bioeconomía. En este sentido, habló de la evolución en el régimen y comportamiento de los incendios durante las últimas décadas, llegando a la sexta generación de incendios que estamos viviendo en estos momentos. La situación actual de abandono de la gestión forestal sostenible en una importante proporción del territorio, propicia que en condiciones de sequía y fuertes vientos la capacidad de extinción de los bomberos se vea ampliamente superada. Es necesario un cambio importante en la visión de los incendios, e invertir más en prevención y gestión del paisaje.
La jornada se cerró con una sesión de debate entre los ponentes y los asistentes, conducida por Inazio Martínez, director del EFIMED. En ella se valoraron diferentes aspectos específicos y retos sobre cómo llevar a la práctica las medidas propuestas. Se pretende establecer un nuevo marco integrado que permita dinamizar las cadenas de valor actuales y promover algunas nuevas, que pongan en valor los servicios ambientales en el mercado.
Aprovechando la reciente actualización de la estrategia de bioeconomía y el actual desarrollo de las medidas para implementar la PAC 2020-2027, el seminario se ha cerrado destacando como objetivo principal la puesta en relieve del potencial de la promoción de mecanismos coordinados entre las diferentes unidades de la CE (DG. Envi, DG. Agri, DG. Grow, DG. Clima), para afrontar el nuevo paradigma de gestión de los bosques en el sur de Europa, y en general en el conjunto del continente.
Este ha sido el primero de una serie de encuentros que se espera promover durante los próximos 2-3 años.