Antoni Trasobares, director del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC) abrió el bloque como moderador, planteando cómo la reciente publicación de la Estrategia Europea de Bioeconomía y el actual desarrollo de medidas para la aplicación de la Política Agraria Común durante el periodo 2020-2027, abren una oportunidad para discutir sobre el establecimiento de la bioeconomía en Europa en los próximos años.
En este sentido, cabe destacar tres elementos:
Finalmente, para una buena implementación regional de la Estrategia Europea, será necesario que el Comité de las regiones y las redes ERIAFF-Regiones Forestales estén bien coordinadas.
Risto Poutiainen, Region Mayor del Consejo regional de Carelia del Norte (Finlandia), presentó la iniciativa de las Regiones Forestales, incluida dentro de ERIAFF. Esta red promueve la colaboración entre regiones forestales en Europa para la implementación de varios planes de acción, entre otros, para promover la bioeconomía (instrumentos financieros, foros de debate, etc.).
Fabio Boscaleri, asesor político de la oficina de enlace de la Región de la Toscana en Bruselas, presentó el proyecto ERIAFF, dentro del cual hay actualmente una línea de trabajo específica sobre bosques y bioeconomía. Sin embargo, todavía queda mucho recorrido para consolidar el trabajo conjunto de las regiones en este campo. En este sentido, el Comité de las Regiones puede jugar un papel clave como instrumento de interlocución con la Comisión Europea. Finalmente, hizo un llamamiento a la participación en foros y a la próxima reunión de ERIAFF que tendrá lugar en Florencia.
Waldemar Kütt, director de Unidad F1 de la Estrategia Europea de Bioeconomía (DG Investigación e Innovación), definió la bioeconomía como una economía que emplea recursos biológicos y renovables, y que basándose en el conocimiento, tiene en cuenta los flujos de materiales, energía, subproductos y residuos.
Con esta estrategia se quiere mejorar la conexión entre el medio ambiente, la sociedad y la economía. En un escenario de futuro con una mayor demanda de recursos, uno de los retos será asegurar su sostenibilidad y la producción de servicios como son la provisión de agua, la biodiversidad y la fijación de carbono.
El objetivo de esta nueva estrategia es garantizar la coordinación de las políticas sectoriales. Por ello, la circularidad y la acción intersectorial son primordiales en su implementación (presentación).
La investigación es necesaria para garantizar la transición hacia este nuevo modelo, donde se reconcilia la seguridad alimentaria con el uso sostenible de los recursos y la protección ambiental.
Para generar oportunidades a escala local se plantea un plan de acción que se regirá por los siguientes principios:
Felipe Ortega, asesor adjunto del Banco Europeo de Inversiones (EIB), presentó las oportunidades de inversión para la bioeconomía a nivel regional. El EIB ha desarrollado instrumentos financieros para ayudar a la transición hacia una economía circular y dar respuesta a los retos ambientales actuales.
Existe un programa de préstamos para pequeñas y medianas empresas que basen su actividad en el uso de los recursos naturales y renovables. Se presentan varios ejemplos de proyectos cofinanciados por el EIB y EAFRD/ERDF (presentación). Por ejemplo, proyectos de silvicultura preventiva en Castilla y León o de innovación en la industria del corcho portuguesa. Este último proyecto ha sido desarrollado con AMORIM, uno de los casos de negocio de referencia en la sesión 1.
A continuación, se abrió el debate con el público y se hicieron las siguientes reflexiones:
1. La necesidad de aumentar la divulgación e incrementar el nivel de conciencia en la sociedad actual.
Waldemar Kütt reconoce que no es fácil comunicar el concepto de bioeconomía. Comentó iniciativas que se han comenzado a implementar en ciudades para informar a la ciudadanía sobre la bioeconomía y sus aplicaciones. Además, la Dirección General de Agricultura ha detectado nuevas necesidades en la formación de futuros programas universitarios en el ámbito de las ciencias agrarias y forestales.
2. En un contexto de aumento de la incertidumbre en el sector agrario y forestal, debido al cambio climático, se plantea la pregunta: ¿cómo se puede disminuir la percepción de riesgo para poder atraer más inversiones bancarias?
Felipe Ortega subrayó la larga experiencia de algunos bancos a la hora de apoyar iniciativas y seguros agrarios, así como su capacidad para aceptar proyectos con una tasa de riesgo elevada.
Andreu Mas-Colell, profesor de la Universidad de la Pompeu Fabra y ex-Consejero de Economía de la Generalitat de Catalunya, moderó la sesión. Durante su charla introductoria, destacó entre otros aspectos el potencial de la tecnología y la investigación como herramientas para aumentar el recorrido que puede tener la bioeconomía (discurso introductorio). A continuación, se mostraron tres casos de éxito de negocio y su impacto a nivel regional en el norte, centro y sur de Europa.
Visnja Koscak, representante del clúster de la región de Estiria (Austria), región donde la bioeconomía y el sector forestal son una fuente de riqueza y empleo muy importante (especialmente en las zonas más rurales donde la propiedad es mayoritariamente privada) presentó cuatro iniciativas en el ámbito de la bioeconomia (presentación). Destacó los siguientes elementos clave para asegurar el éxito de su implementación:
Francisco Carvalho, director forestal del grupo Amorim – empresa del corcho líder en el mundo – se mostró optimista en la producción de los productos derivados del corcho, ya que las exportaciones alcanzaron su máximo histórico en 2017 (con una producción de 25 millones de tapones al día). Los consumidores (incluyendo el sector de la restauración) prefieren el corcho, y la demanda futura tiende a converger con la producción. Además, el corcho es muy versátil y debido a sus propiedades tiene salida en una variedad enorme de productos: desde el aislamiento para naves espaciales, a campos de fútbol y tablas de surf. Finalmente, el ponente subrayó el impacto de la actividad de AMORIM en Catalunya y la importancia de hacer inversiones industriales que valoricen la producción corchera local (presentación).
Jari Voutilainen, vicepresidente del grupo Metsä – una gran cooperativa industrial de madera, fibra y tablero en Finlandia – presentó como ir más allá de la tradicional industria forestal y encontrar nuevos usos a la fibra forestal para aumentar su valor añadido. El ponente explicó las diferentes inversiones del grupo para hacer de la bioeconomía una realidad y fortalecer la industria de la madera en Finlandia y Estonia. Además, cuentan con spin-offs – Metsä spring – para evaluar innovaciones y demostrar que las ideas que se generan pueden resultar en el establecimiento de negocios competitivos.
DEBATE SESIÓN 1P1: ¿Cómo dirigir la innovación en el desarrollo de la bioeconomía?
P2: ¿Qué solicitarían a los políticos para conseguir apoyo en sus ideas de negocio?
P3: ¿Qué proporción de recursos biológicos y renovables proviene de Europa en sus negocios?
P4: ¿Cómo se puede animar al sector forestal a gestionar, en un contexto como el catalán donde el 70% del bosque está abandonado?
P5: ¿Qué proporción del producto va a exportación?
P6: ¿Es importante el tamaño en su negocio? ¿Cuál es el retorno de las inversiones? ¿Estos negocios hacen que su región sea atractiva para otros inversores?
P7: ¿Cómo evaluar el mercado para la bioeconomía?
Christian Patermann, ex-director de programas de la DG de Investigación de la CE y miembro del consejo de bioeconomía alemán, destacó la necesidad de asociar la bioeconomía a mecanismos que midan su impacto y faciliten la implicación de todos los agentes involucrados. Para ello, es clave la revalorización de los recursos locales considerando las necesidades sociales. Los servicios ecosistémicos tienen que tenerse en cuenta si se desea establecer la bioeconomía. Este es un terreno nuevo, ya que se carece de metodologías basadas en evidencias científicas, que integren en la bioeconomía los servicios ecosistémicos y la biodiversidad, como por ejemplo los beneficios de la biodiversidad en la agricultura.
A continuación, María Gafo, directora adjunta, DG Agricultura y Desarrollo Rural, presentó como la bioeconomía estará presente en la Política Agraria Comunitaria 2021-2027 (presentación). Por primera vez aparecen explícitamente líneas del fondo de desarrollo rural con el fin de reforzar la bioeconomía y el desarrollo sostenible. Estas líneas deben ayudar a los agricultores y a los forestales a establecer nuevas cadenas de valor de materias primas, ecoturismo e innovación.
Además, existen otros fondos específicos para investigación e innovación (Horizon Europe - 10 mil millones de euros). Se han definido 8 tipologías de intervenciones para dar apoyo financiero a diferentes objetivos y necesidades regionales. De estos, será obligatorio que al menos un 30% del presupuesto se invierta en objetivos ambientales y de adaptación al cambio climático. Finalmente, todas estas intervenciones deben tener en cuenta los retos de ámbito socioeconómico a los que se enfrentan las áreas rurales.
Marco Marchetti, vicerrector para la investigación de la Universidad de Estudios de Molise (Italia), hizo hincapié en los servicios ecosistémicos y la biodiversidad en Europa, dada la larga historia de coevolución entre el hombre y la naturaleza. En el marco de la Estrategia de Cambio Climático, la gestión de los bosques debe ser adaptativa. Vivimos en una época donde los cambios se aceleran, y las demandas y las necesidades de la sociedad cambian rápidamente. Aunque el discurso sobre la sostenibilidad sigue siendo vigente, no es suficiente. Hay que añadir la responsabilidad, y unos límites ecológicos en los que se desarrolla la actividad económica. En este marco, los bosques tienen un papel muy importante: a escala global, la reforestación para absorber carbono de la atmósfera; a escala regional, el uso en cascada de los productos forestales para aumentar la cadena de valor. Hay que evitar la intensificación de la actividad forestal y favorecer la resiliencia de los ecosistemas. Un punto crítico para garantizar que no haya un riesgo real para la biodiversidad es abordar metodologías que busquen un balance óptimo en la provisión de los diferentes servicios ecosistémicos en un paisaje tan concurrido como el europeo (presentación).
A continuación, tuvo lugar un panel para presentar experiencias en la implementación de la bioeconomía a nivel regional:
Tanja Lepistö dio su testimonio sobre las prioridades y los retos a la hora de implementar la bioeconomía en Laponia (Finlandia), donde la actividad forestal alimenta más de la mitad de la misma. En Laponia se apuesta por la activación de la gestión de los bosques y la creación de un clúster industrial basado en la economía circular. En este contexto, la mediación entre los diferentes intereses en el uso del bosque (producción, eco-certificación y eco-turismo) es muy importante.
Alvaro Picardo expuso la realidad de las zonas rurales en Castilla y León, afectadas por un gran despoblamiento rural y donde el sector forestal tradicionalmente no ha tenido peso en la economía. Se apuesta por un modelo basado en la gestión forestal sostenible y un cambio de paradigma en la ganadería extensiva. Hay que inventar un modelo diferente al del norte y el centro de Europa, y fomentar una política forestal que permita dar el salto hacia la bioeconomía.
Fabio Boscaleri presentó la región de la Toscana (Italia), más conocida por su arte y el turismo que por la bioeconomía, pero donde más de un 45% del territorio está cubierto por bosque. En la región, los bosques y su gestión están fuertemente regulados, con el fin de asegurar la protección del paisaje cultural. En este contexto, falta una visión clara sobre el concepto de la bioeconomía, aunque se ve una oportunidad en la circularidad. Actualmente, en la Toscana la bioeconomía no se ve como una necesidad y falta el vínculo entre las necesidades y las demandas percibidas.
Laura Dalmau expuso diferentes mecanismos de desarrollo rural en Cataluña, donde se apuesta por estrategias de bioeconomía circular. Puso el ejemplo del PDR, del cual se destacó el suministro de fuentes renovables de energía y la mitigación del cambio climático en las explotaciones agrarias. Los grupos operativos y los LEADER también juegan un papel importante a la hora de promover y aplicar innovaciones, planes de mitigación y la gestión forestal sostenible.
Lluís Brotons presentó el contexto forestal mediterráneo, caracterizado por un gran valor estético-cultural y una gran vulnerabilidad a riesgos naturales como los incendios y las plagas. Indicó que hay que buscar alternativas que promuevan la economía en las zonas rurales y que a la vez ayuden a afrontar los riesgos globales ambientales. Finalmente, reflexionó sobre la necesidad de un cambio de valores y de restablecer los valores del territorio.
Georg Winkel enumeró algunos mensajes clave que se extraen de un estudio reciente (EFI) donde se examina la relación entre la bioeconomía y los servicios ecosistémicos:
P1. ¿Cómo pagar por la inclusión social cuando se prima la competitividad? ¿Hay estudios sobre lo que ganan los trabajadores forestales?
P2: ¿Cuál es la representatividad de los ayuntamientos en esta visión de la bioeconomía?
La composición de los comités en la Comisión Europea está en manos de los Estados miembros, pero es necesario que los ayuntamientos participen en la definición de los planes regionales y su seguimiento.Lauri Hetemäki, director adjunto del Instituto Forestal Europeo, moderó y presentó la sesión.
Edgar Nebot, analista de los GRAF-Bomberos, presentó el escenario de futuro en lo referente a los incendios forestales, con nuevas tipologías de fuego que aumentan la incertidumbre y que han desajustado los modelos de planificación de los recursos de extinción. Para dar respuesta a este reto, propuso grupos de acción operativos que ayuden a mantener los bosques con discontinuidad de combustible, y nombró a los "rebaños de fuego" como una buena práctica que debería incluirse en una estrategia de bioeconomía circular. En este proyecto se usa los rebaños de ovejas para la gestión del combustible en coordinación con los bomberos, y se genera valor añadido al consumo local de los productos cárnicos. También propuso cambios en la normativa y en la planificación sectorial que permitan establecer prioridades y democratizar la toma de decisiones en la extinción de los incendios forestales (presentación).
Lauri Hetemäki puso énfasis en la importancia de que la bioeconomía en Europa sea circular, para que sirva como herramienta que ponga fin a la economía fósil y los procesos productivos lineares que se derivan de ella. Dos vectores de esta transición son los objetivos de desarrollo sostenible globales y el aumento de la demanda de productos de alta calidad, como por ejemplo la construcción con madera basada en el CLT. Faltan más estudios de mercado y de las cadenas de valor para determinar cuáles son las intervenciones más necesarias para elevar al máximo el valor añadido de dichos productos.
Aunque las perspectivas de futuro son favorables, la bioeconomía sólo podrá tener éxito con la mejora de los servicios ecosistémicos y culturales. Esta dimensión es fundamental para una comunicación efectiva de la bioeconomía a los ciudadanos europeos. Por ello, hay que hacer que la bioeconomía sea sostenible y encontrar un equilibrio entre las diferentes necesidades sociales (presentación).
Antoni Trasobares recapituló los aspectos más importantes de las sesiones previas, y dio la palabra a los representantes de los gobiernos regionales del País Vasco, Cerdeña y Cataluña.
Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del País Vasco, manifestó la necesidad imperiosa de generar una transición hacia un nuevo modelo de bioeconomía desde el emprendimiento, más cercano al ciudadano, y con la colaboración de otros sectores económicos y energéticos. Apeló a la coordinación entre los sectores agroforestal y energéticos, así como la investigación para estructurar la implementación de proyectos concretos que generen actividad económica y den ejemplo, mostrando que la bioeconomía es una apuesta real y viable para el territorio.
Donnatella Spano, consejera de Protección del Medio Ambiente de Cerdeña, elogió el fórum como una oportunidad para compartir las mejores prácticas y el conocimiento necesario para promover la bioeconomía. Destacó la importancia de comunicar a la sociedad que la bioeconomía puede ser generadora de productos de alta calidad, alternativos a otros materiales no sostenibles.
Teresa Jordà, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya, puso de manifiesto la voluntad de que la bioeconomía sea una herramienta real de transformación del modelo productivo en Cataluña, y subrayó la necesidad de que sea sostenible y circular. La movilización de la gente dentro del territorio es fundamental para esta transición de modelo productivo. Por ello, propuso la bioeconomía como proyecto de país, basado en una estrategia participada por los principales actores, un desarrollo normativo y una dotación recursos que permita su implementación, así como una valorización del territorio que genere oportunidades, y una evaluación constante que permita avanzar y reorientar estos pasos.