En la actualidad, se espera que los encargados de planificación y gestión forestal tomen decisiones que cumplan con una gama cada vez más diversa de objetivos, teniendo en cuenta las incertidumbres relacionadas con la salud y condición de los montes, riesgos bióticos (insectos y patógenos) y abióticos (incendios forestales, tormentas, avalanchas, deslizamientos de tierra, etc.), tanto bajo el clima actual como el cambio climático previsto. Para abordar esta complejidad, necesitan herramientas avanzadas que utilicen el estado actual de los bosques en un área como punto de partida, y proyecten las consecuencias a medio y largo plazo de las estrategias de gestión alternativas al tiempo que incluyen múltiples fuentes de incertidumbre.
La simulación de posibles escenarios forestales a distintos niveles territoriales permite evaluar los efectos de las distintas alternativas de gestión y determinar la provisión de servicios ecosistémicos de madera, corcho, biomasa para bioenergía, fijación de carbono, prevención de incendios, provisiones de agua, mejora de la biodiversidad, etc.) de cada alternativa.